domingo, 28 de noviembre de 2010

Los Demonios

Los Demonios

En la religión, folclore y mitología cristianas, un demonio es un espíritu sobrenatural, generalmente malévolo. Con frecuencia se lo representa como una fuerza que puede ser conjurada o controlada.
La tentación de San Antonio (c. 1475), de Martin Schongauer (1448-1491).
Ya se pueden encontrar referencias a buenos demonios en Hesiodo y Shakespeare. En la actualidad, el buen demonio es generalmente un dispositivo literario (por ejemplo, el demonio de Maxwell).
En el lenguaje común, para desacreditar a una persona se la «demoniza».
Supuestamente, los demonios pueden poseer a personas, animales o cosas para sus propios objetivos, pero en la mayoría de las religiones pueden expulsarse mediante el exorcismo.


Concepción Judeocristiana

La concepción más extendida en Occidente es la judeocristiana, según la cual los demonios son espíritus del mal con la potestad de poseer a los seres humanos. Para el cristianismo, en particular, los demonios son espíritus inmundos, esbirros de Satanás (príncipe de este mundo y enemigo declarado de Dios y sus ángeles, cuya morada es el regnum caelorum [‘reino de los cielos’]). Se identifica a Satanás como el Ángel caído, que se rebeló contra Dios.
En un sentido general, no obstante, puede decirse que los demonios no son necesariamente seres malvados. Los griegos dividían a los demonios entre buenos y malignos: agatho démones (αγαθοδαίμονες) y caco démones (κακοδαίμονες), respectivamente. Mientras que los agatodémones se asemejan a la noción judaica de ángel protector, los cacodémones, por su parte, no serían otros que los ángeles caídos a los que se refiere la tradición judeocristiana. Tal es el caso de Lucifer, príncipe de los demonios, que el cristianismo identifica con Satanás.

- Triada de demonios:
Algunos autores hermenéuticos relacionados con el cristianismo han creado una simetría entre la Trinidad católica (Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo), y una tríada supuestamente opuesta, Lucifer, Anticristo y Falso profeta. Esos autores consideran que la Trinidad posee un proceso comunicativo intradivino que se inicia en el Padre creador, sigue en el Hijo salvador, y termina en el Espíritu Santo iluminador). Esas cualidades estarían reflejadas en la tríada inversa: primero Lucifer destructor, después el Diablo pervertidor (que supuestamente sería el Anticristo), y finalmente Satán oscurecedor.


Otros usos Etimológicos

Según la mitología griega, los demonios eran seres humanos utilizados por los dioses griegos para llevar las malas noticias al pueblo. De ahí viene la asociación de «mensajeros del mal». Por otra parte los mensajeros (άγγελος o ángelos) eran los que llevaban el mensaje entre los dioses. Estos eran considerados seres excelsos, ya que permanecían entre los gobiernos (montes) de los dioses y no se daban a conocer al pueblo.
Véase también: daemon o daimon.
Los filósofos griegos de las corrientes socráticas (tales como Platón, discípulo de Sócrates) mencionaban que los demonios eran seres encargados de otorgar el saber y guiar al humano, tal y como lo menciona Platón en la apología de Sócrates mencionándolo como «el hombre que siempre tuvo un dæmon a su lado».

- Sinónimos de Diablo:
Demonio también es un sinónimo de diablo. Proviene del verbo griego διαβάλλωηΞ (diabál•ló), que significa, entre otras cosas: ‘calumniar, falsear, mentir’. Véase el contexto circunstancial que determina el significado que califica al portador del nombre, de lo que se deduce que de entre todas las acepciones posibles ‘calumniador, falseador, mentiroso’ es la apropiada.
A través del latín, el griego ha dado origen al español «diablo».

- Expresión de la Maldad del Ser Humano:
El término demonio también se usa para indicar aspectos malignos o miedos íntimos del ser humano, generados a través de su conducta o instintos y que hacen daño al mismo individuo o a otras personas; refiriéndose a ellos como demonios interiores del ser humano.

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