domingo, 28 de noviembre de 2010

Los Vampiros

Los Vampiros

Un vampiro es, según el folclore de varios países, una criatura maligna que se alimenta de sangre de seres vivos para mantenerse activo. En algunas culturas orientales y americanas aborígenes el vampiro es una deidad demoníaca o un dios menor que forma parte del panteón siniestro en sus mitologías.
En la cultura europea y occidental, así como en la cultura global contemporánea, el prototipo de vampiro más popular es el de origen eslavo, el de un ser humano convertido después de morir en un cadáver activo o reviniente depredador chupa sangre.


Orígenes del mito

Es probable que el mito del vampiro en el folclore de muchas culturas desde tiempos inmemoriales, provenga inicialmente de la necesidad de personificar uno de los arquetipos primordiales en el inconsciente colectivo. Según los conceptos de Jung, es la denominada "sombra", la cual representa los instintos o impulsos humanos reprimidos más primitivos y sería la encarnación del mal como entidad, y una representación del lado salvaje del hombre o su atavismo bestial, latente en su sistema límbico y en conflicto permanente con las normas sociales y religiosas.
Pero el mito, como es conocido en nuestros días, es realmente una combinación compleja de varios temores y creencias humanas, que además del citado temor a los bajos instintos, incluye: la atribución a la sangre de ser fuente de poderío o vehículo del alma, el temor a la depredación, a la enfermedad o a la muerte y a su expresión más palpable como es el cadáver, así como a la fascinación temerosa por la inmortalidad y el instinto de supervivencia.
Algunos estudiosos sugieren que el mito del vampiro, sobre todo el que se popularizó en Europa después del siglo XVII, se debe en parte a la necesidad de explicar, en medio de una atmósfera de pánico colectivo, las epidemias que asolaron Europa (causadas por enfermedades reales), antes de que la ciencia lograra explicarlas racionalmente.

Etimología

La palabra "vampiro", que comenzó a ser usada en Europa en el siglo XVIII, fue incluida por primera vez en el diccionario de la Real Academia de la lengua española en la 9a edición de 1843, con origen en el término "vampire" que ya era usado en inglés y francés, proveniente a su vez del término vampir en lenguas eslavas y del alemán, que se deriva del polaco wampir y éste a su vez del eslavo arcaico oper, con raíces indoeuropeas paralelas en el turco y en el persa. Significa a la vez "ser volador", "beber o chupar" y "lobo", además de hacer referencia a cierto tipo de murciélagos hematófagos.

Sinonimia

Otros nombres son: brucolaco (en castellano < griego vrykolakas), kuei-jin o kyuuketsuki (吸血鬼) (en japonés), nosferatu (< griego nosophoro (νοσοφορος), portador de enfermedad), strigoï o strigoiul (rumano moderno), upiór (polaco), upir (ruso antiguo), vampir (búlgaro y serbio), vampyrus (latín), vrolok (eslovaco) y vurdalak (ruso moderno). En Grecia se les denominaba tympaniaios o vrykolakas dependiendo de su origen.

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