jueves, 18 de agosto de 2011

Exorcismo

Exorcismo
En algunas religiones o culturas, se denomina exorcismo a la acción sobrenatural de expulsión, realizada contra una fuerza maligna, utilizando un método religioso para expulsar, sacar o apartar a dicho ente de la persona u objeto que se encuentra poseído(a) por la entidad maligna (Ver, como ejemplo, posesión demoníaca). Estos entes dependiendo de las creencias de los implicados, pueden ser demonios, espíritus, brujos, etc. El objeto de la posesión puede ser una persona o animal, objetos e incluso lugares como pueblos o casas (poltergeist). La posesión puede ser total (el ente toma control de las funciones del poseído, puede moverse, hablar, etc, a través de la víctima) o parcial (en la que el ente utiliza al poseído para alguna actividad concreta, como los íncubos o súcubos, que mantienen relaciones sexuales con la víctima mientras ésta duerme).
El exorcismo se ha llevado al cine, en películas como El Exorcista (William Friedkin, 1973), basada en la novela homónima de William Peter Blatty o Constantine (Francis Lawrence, 2008), basada en el cómic Hellblazer, de Jamie Delano y Garth Ennis. Otra película es El Exorcismo de Emily Rose basada en un caso real del exorcismo de una joven supuestamente poseída, en el cual ésta acaba falleciendo, siendo sus padres y curas participantes juzgados y condenados por negligencia médica; The Rite, estrenada a principios de 2011, es otra película que gira en torno a esta actividad, está basada en las investigaciones del periodista Matt Baglio.

Etimologia

El origen de la palabra exorcismo deriva del latín exorcismus, que a su vez deriva del griego exorkismos, que significa estar sujeto a un juramento. Al igual que la palabra testigo está relacionada con los genitales masculinos o testículos, el griego exorkismos está relacionado con la palabra designada para referirse a los testículos, tal como la palabra orquitis. Esta curiosa relación está vinculada al hecho que tanto griegos como romanos solía llevarse la mano a los testículos al momento de jurar, tal como en la actualidad en muchos países se suele jurar sobre la biblia.

Exorcismo Catolico
El ritual de exorcismo incluye la repetición continua de oraciones y órdenes de expulsión, y el uso de objetos que pueden repeler al ente, en este caso un demonio, como crucifijos, agua bendita, reliquias, entre otros. El exorcismo en la teología católica halla su base en los textos evangélicos donde se narran las liberaciones y expulsiones de demonios que realizó Jesús como con los endemoniados de Gadara (Mt. 8,28 ss) a un joven (Mc. 9,21) mencionando por ejemplo que para vencer a algunos demonios se requería la práctica de ayuno y oración (Mt. 17,19) un poder que incluso tenían sus discípulos (Lc. 10,17). Siete casos específicos de posesión se relatan en los evangelios. En los primeros siglos no existían fórmulas precisas para exorcizar, aunque sí el carisma de expulsar demonios, el cual era usado por los apologistas cristianos para mostrar la divinidad del cristianismo, por ejemplo Tertuliano (Apología. 23) o Minucio Félix (Octavio 27).
El primer libro con fórmulas de exorcismo es el Statua Ecclesiæ Latinæ a fines del año 500, surge así una literatura exorcista con libros como el Malleus Maleficarum de 1494 (J. Sprengurus) el Flagellum Dæmonum de 1606 (V. Polidorus), Manuale Exorcistarum (C. Brognolus) 1720.
Según el artículo del Catecismo de la Iglesia Cátolica #1673:
"Cuando la Iglesia pide públicamente y con autoridad, en nombre de Jesucristo, que una persona o un objeto sea protegido contra las asechanzas del maligno y sustraída a su dominio, se habla de exorcismo. Jesús lo practicó (cf. Mc 1:25s), de El tiene la Iglesia el poder y el oficio de exorcizar. (cf. Mc 3:15; 6:7,13; 16:17). En forma simple, el exorcismo tiene lugar en la celebración del Bautismo. El exorcismo solemne sólo puede ser practicado por un obispo o un sacerdote con el permiso del obispo. En estos casos es preciso proceder con prudencia, observando estrictamente las reglas establecidas por la Iglesia. El exorcismo intenta expulsar a los demonios o liberar del dominio demoníaco gracias a la autoridad espiritual que Jesús ha confiado a su Iglesia. (...) Muy distinto es el caso de las enfermedades, sobre todo psíquicas, cuyo cuidado pertenece a la ciencia médica. Por tanto, es importante asegurarse, antes de celebrar el exorcismo, de que se trata de una presencia del Maligno y no de una enfermedad. (cf. CIC can. 1172)."

Principales Criterios Para El Correcto Discernimiento De Posesion Demoniaca Segun El Nuevo Ritual
Habiendo sido descartada una anomalía psíquica, ya sea patológica o paranormal, suelen considerarse signos de posesión diabólica: La aversión vehemente hacia Dios, la Virgen, los Santos, la cruz y las imágenes sagradas.
Además, dependiendo del fin bueno o dañino para el cual las emplea, se podrá discernir si las siguientes producciones de la persona investigada, son dones de Dios, o signos de posesión:
El hablar con muchas palabras de lenguas desconocidas o entenderlas.
Hacer presentes cosas distantes o escondidas.
Demostrar más fuerzas de lo normal.
Para la práctica del exorcismo es necesaria la autorización del obispo, que puede ser concedida vez por vez para cada caso específico o de manera general y permanente al sacerdote que ejerce el ministerio de exorcista en la diócesis.
Los Sacerdotes de la Iglesia Católica para la realización del exorcismo lo hacen bajo lo estipulado en el Rituale Romanum. Actualmente se debería utilizar la versión aprobada por el Sumo Pontífice en enero de 1999.
Entre los más destacados exorcistas católicos contemporáneos se destacan Gabriele Amorth y José Antonio Fortea Cucurull.


Sueño Lucido

Sueño Lucido

Un sueño lúcido es un sueño que se caracteriza porque el soñador es consciente de estar soñando. Este tipo de sueño se puede dar de forma espontánea o bien ser inducido por determinadas prácticas y ejercicios.
La utilización del adjetivo "lúcido" como sinónimo de "consciente" fue introducido en 1867 por el escritor, sinólogo y especialista en sueños francés Léon d'Hervey de Saint-Denys, en su obra Los sueños y cómo controlarlos (en francés Rêves et les moyens de les diriger). La mayoría de los sueños lúcidos suceden en la etapa de sueño paradójico y mediante un proceso fortuito o desencadenado mediante el aprendizaje. La consciencia de soñar le da al soñador la posibilidad de controlar deliberadamente, no sólo sus acciones, sino también el contenido y desarrollo de los sueños. La capacidad de reconocer y controlar los estados oníricos se menciona en textos budistas del siglo VII. En Occidente se ha estudiado el fenómeno en condiciones de laboratorio desde finales de los años 1970.

DefiniciónEn 1968 el autor británico Celia Green dio la siguiente definición: "un sueño lúcido es un sueño en el cual el sujeto es consciente de soñar. Aunque es ampliamente aceptada, existe disenso sobre su completud, el psicólogo de la Gestalt Paul Tholey distinguía el sueño normal del lúcido con base en los siguientes siete criterios: el soñador sabe que sueña; dispone de su libre albedrío; cuenta con sus capacidades normales de raciocinio; la percepción de sus cinco sentidos es comparable a la de la vigilia; cuenta con los recuerdos de los que dispone cuando está despierto; al despertar recuerda con claridad su sueño; y es capaz de interpretar el sueño dentro del sueño mismo. Para Tholey es esencial satisfacer los cuatro primeros requisitos. Otros autores insisten sobre la sensación de estar presentes en el acá y el ahora del sueño así como en la capacidad de poderlos controlar. Se señala con frecuencia que la experiencia de la lucidez en el sueño debe aprehenderse como un continuo y que el grado de lucidez varía desde la toma de conciencia mínima definida por Green hasta el ideal descrito por Tholey.
- Definición De Los Fenómenos Asociados Al Sueño Lucido
Considerar la lucidez onírica como un continuo condujo a los investigadores a asociar a ese estado distintas situaciones oníricas cercanas al sueño lúcido bien por su semejanza, bien por su aparición en el tiempo.

Sueños prelúcidos. Celia Green introdujo el término sueños prelúcidos para describir ciertos sueños en los cuales el sujeto emita una duda sobre la realidad de su entorno sin advertir plenamente que está soñando.

Sueños de falso despertar. En los sueños de falso despertar, el soñador cree haberse despertado a la vigilia, siendo que sólo ha cambiado de sueño. Aunque no se trata propiamente de sueños lúcidos, sí se los sitúa en las proximidades de la lucidez onírica.

Parálisis del sueño. La parálisis del sueño consiste a la vez en la atonía muscular característica del sueño paradójico y del parasomnia que se produce cuando se está comenzando o terminando el sueño. En el trastorno del sueño, el sujeto se siente paralizado, incapaz de moverse o de hablar. También se pueden presentar alucinaciones visuales, auditivas o táctiles. Algunos métodos de inducción del sueño lúcido se dirigen a alcanzar ese estado con el fin de entrar conscientemente en el sueño.

Experiencias extracorporales. Algunos sueños lúcidos se caracterizan por la impresión del soñante de salir de su propio cuerpo y observar el entorno desde una posición diferente de la que ocupa su cuerpo.

Descripción
- Desde El Punto De Vista Fenomenologico
Otra forma de definir el sueño lúcido es considerarlo desde la perspectiva fenomenológica, es decir, estudiando el fenómeno tal y como aparece en las descripciones en la literatura, científica o no, y en los relatos personales de los soñadores. Podemos separar esta descripción en tres puntos: los modos de la aparición de la lucidez, las acciones de los soñadores una vez en medio de un sueño lúcido, y cómo desaparece la lucidez onírica.
- La Aparición De Lucidez
Con base en los estudios de Green, se clasifica los sueños lúcidos en dos tipos según los modos en que la lucidez aparece: durante el sueño o al quedarse dormido. Stephen LaBerge acuñó las siglas y DILD y WILD para distinguir: DILD (de dream-initiated lucid dreams) que son aquellos en los que el sujeto se hace consciente de su condición en el curso de un sueño; y WILD (wake-initiated lucid dreams) o aquellos en los que se entra conscientemente al sueño desde un estado de vigilia. Vale la pena anotar que más del 80% de los sueños lúcidos son DILD.

Durante el sueño. Cuando lucidez aparece durante un sueño, el soñador tiene la impresión de despertar dentro del mismo sueño y siente que puede seguir soñando, aun sabiendo que sueña. Según Celia Green hay cuatro factores que inducen al reconocimiento del sueño: las tensiones de una situación de pesadilla, las cuestiones planteadas por un contenido onírico incongruente e irracional, el recuerdo de una observación técnica introspectiva o el reconocimiento espontáneo, sin razón aparente, de que la experiencia es diferente de la del estado de vigilia. Respecto al primer factor, si bien las emociones violentas y sexuales son una causa frecuente de lucidez, esta también puede aparecer por una emoción fuerte pero con connotaciones agradables. Es raro que el sueño lúcido ocurra gradualmente.

A partir de la vigilia. Cuando el sueño lúcido es una continuación del estado de vigilia de la conciencia, el sujeto tiene dos indicadores para saber que está soñando: la sensación de ser parte integral del sueño y la pérdida (o modificación) de las sensaciones corporales. Para dormirse conscientemente, el soñador debe pasar por el estado hipnagógico durante el cual las imágenes hipnagógicas, o alucinaciones auditivas, o incluso relativas a la propiocepción (sensación de flotar o girar, sensación de caída, vibraciones, entumecimiento o parálisis, sensasión de estar fuera del cuerpo). En algunos casos, la conciencia del sueño presenta las fluctuaciones, e incluso lapsos de sueño de los que el sujeto no guardó memoria. Sin embargo, se considera que se trata de sueños lúcidos, pues la pérdida temporal de conciencia se produce antes de la actividad onírica.
- La Experiencia Del Juego Lucido
El hecho de saber que se sueña le permite al soñador ampliar su abanico de opciones así como abordar el contexto onírico con una mayor libertad de acción. No sólo puede controlarse a sí mismo y a sus actos, sino también intervenir deliberadamente en el ambiente, los personajes y el desarrollo de su sueño. Ciertas acciones se presentan con una gran regularidad, como soñar que se sueña o se levita. Otras experiencias más inhabituales han sido señaladas, como la salida del propio cuerpo, las transformaciones en animales y otras criaturas fantásticas, el desdoblamiento de la visión, la visión panorámica, la ralentización del tiempo y las experiencias de carácter cósmico como la evolución en espacios con cuatro dimensiones. El soñador también puede influir la dirección del sueño tomando la decisión de prolongarlo, y a veces incluso interrumpirlo y luego retomarlo durmiéndose pocos segundos después.
Aunque en teoría se pueda tener todas las experiencias imaginables, las creencias culturales o personales, las expectativas conscientes o preconscientes del soñador, sus especulaciones sobre la posibilidad o no de cierta acción, en particular la influencia ejercida por otras narraciones, determinan notablemente la apariencia de los sueños así como la capacidad del soñador de modificarlos.
Del mismo modo, la experiencia del sujeto, su grado de lucidez, es decir el punto hasta el cual logra conservar su capacidad de raciocinio, de juicio y de tomar distancia con respecto al aspecto ilusorio de la situación así como respecto a las emociones que desencadena, influyendo así el contenido y los matices de la experiencia. En lo relativo a la percepción, esta puede ir de un estado de confusión a una impresión de gran vivacidad y realismo. Diferentes criterios de la experiencia, que conciernen tanto la conciencia de sí mismo como el contexto onírico, son pues susceptibles de grandes variaciones según el soñador, el sueño, e incluso los diferentes momentos de una misma experiencia onírica.
- La Perdida De La Lucidez
La manera como la lucidez onírica termina puede definirse como la pérdida de la consciencia de soñar. O bien se vincula a la desaparición del sueño y el soñador se despierta, a veces de manera voluntaria, otras debido a emociones muy intensas; o bien el soñador se relaja en su vigilancia dejándose distraer, favoreciendo la disipación de la lucidez conduciéndolo a un sueño ordinario y sin control. En ciertos casos, la lucidez se pierde en un sueño ordinario debido a la transición de una escena onírica a otra, que puede por ejemplo manifestarse mediante un falso despertar.
- Desde El Punto De Vista De La Observación Estadistica
Una gran parte de la población ha por lo menos vivido en algún momento de su vida la experiencia espontánea del sueño lúcido, así sea furtivamente, por ejemplo en el curso de una pesadilla cuando la toma de consciencia del hecho de soñar precede el despertar.
Se han llevado a cabo varios estudios para determinar el porcentaje de la población que ha tenido sueños lúcidos, variando sus resultados entre el 26% y el 82%. Este rango se explica por el tipo de selección de la muestra (al azar, estudiantes de psicología, interesados por el tema), por diferencias en la definición de sueño lúcido, por la confusión con los sueños prelúcidos o la ausencia de verificación del contenido del sueño. De cualquier modo, es menos frecuente que el fenómeno se presente con frecuencia, situándose entre 21 % y 37 % los sujetos que expresan registrarlos con cierta regularidad (una o más veces por mes). El sueño lúcido parece ser más frecuente en los niños. Según Armstrong-Hickey, el 63% de los niños de diez años aseguran tenerlo todos los meses, bajando a 36 % respecto a los niños de 12 años.
No se han encontrado diferencias significativas entre los sujetos que registran con frecuencia sueños lúcidos en función de su sexo, nivel educativo, o de factores basados en la personalidad.
Varios estudios han mostrado diferencias de contenido entre los sueños lúcidos y los ordinarios. En particular, se ha señalado que los primeros contienen emociones más intensas.
La mayoría de los sueños lúcidos se suceden durante las fases de sueño paradójico y durante las últimas horas de sueño. Algunos informes mencionan su ocurrencia durante los estadios de sueño lento y ligero. Los sueños lúcidos son asimismo más frecuentes durante la siestas al mediodía. LaBerge demostró que una interrupción del sueño durante la noche, seguida por un estado de vigilia de entre cuarenta y cinco minutos y una hora antes de volverse a dormir (este principio se llamó Wake-Back To Bed, en español «despertar, regreso a la cama») aumentaba significativamente las posibilidades de la aparición de la lucidez onírica.








sábado, 6 de agosto de 2011

Abducción (Ufologia)

Abducción Extraterrestre

En el campo de la denominada «ufología», se llama abducción al supuesto acto en el cual uno o más seres extraterrestres toman a un ser vivo terrestre contra su voluntad (lo secuestran) y lo llevan a algún sitio determinado, generalmente a su propia nave espacial.

Descripción
Quienes dicen haber sido testigos de una supuesta abducción o haberla sufrido personalmente, suelen relatar el haber entrado a una sala como un laboratorio, donde los extraterrestres en las últimas décadas estarían realizando siempre el mismo experimento.[cita requerida]
El secuestro estaría precedido por la pérdida de la voluntad y de la conciencia. Los testigos aseguran que durante el rapto habrían sufrido un lapso importante de «tiempo perdido», es decir, la sensación de haber pasado un tiempo prolongado, pero sin poder recordar casi nada de ese lapso transcurrido. El interior de la nave a donde serían conducidos los abducidos, por lo general es descrito como una sala redonda y con cúpula, iluminada por una luz difusa que parece salir de las paredes y del piso. Tras ser retornados de la abducción, algunos comentan tener alguna anomalía en su organismo, tales como la presencia de objetos metálicos dentro del cuerpo.
Otros puntos en común serían:
- Pesadillas Reiterativas
- Cicatrices o Marcas En El Cuerpo De Origen Desconocido
- Sinagesia
- Fobias Repentinas A Objetos, Olores O Ruidos
Consecuencias

La mayoría de los supuestos abducidos cuentan historias similares de los acontecimientos, parecidas a las descripciones de las películas de ciencia ficción acerca del tema. 
Por su parte, el folklorista Thomas E. Bullard realizó un estudio1 sobre 309 casos de este tipo, mostrando que siguen cierto orden y en el que destacan ocho episodios clave:
- Captura
- Examen
- Deliberación
- Excursión
- Viaje A Otros Mundos
- Teofania
- Regreso Y Consecuencias
Si bien todos los elementos no aparecen en todos los casos, según él y sus propios criterios acerca de lo que se considera captura, examen, deliberación, excursión, viaje a otros mundos, teofanía, regreso y consecuencias, hay un 84 por ciento de situaciones en los que el orden se cumple.

Tiempo Perdido 

Una característica fundamental que dicen vivir los supuestos abducidos es la amnesia, llamada «tiempo perdido» en el argot que popularizó el escritor neoyorquino Budd Hopkins, autor del libro Missing time, en 1981.
Esta amnesia casi siempre impide a los protagonistas recordar el meollo del incidente.
Por ejemplo, una persona vive una situación extraña de una supuesta abducción o visita extraterrestre a una determinada hora.
Más tarde, al mirar su reloj, ve que han pasado varias horas, pero no recuerda bien qué ocurrió en ese lapso.
Siente que ha pasado un lapso de tiempo, del cual no recuerda bien qué aconteció. A veces son horas, y otras, días.
Lo ocurrido durante ese tiempo perdido supuestamente puede saberse mediante regresión hipnótica, mediante las cuales se somete al abducido a un estado de relajación en el que las imágenes que la memoria consciente se resiste a recordar afloran progresivamente.
Es muy posible que el abducido recuerde el principio del episodio: por ejemplo, una luz muy fuerte que le cierra el paso mientras viaja de noche en su automóvil; una estrella que cae del cielo y se posa en un prado cercano, donde se resuelve en un «platillo volante», un súbito paro de todos los sistemas eléctricos del automóvil, un tiempo perdido, unas horas en las que el sujeto no sabe dónde ha estado, etc.
Mediante la regresión hipnótica, profesionales como el hipnólogo estadounidense Leo Sprinkle, el hipnólogo estadounidense Berthold Schwarzy y el hipnólogo e ingeniero estadounidense James Harder, han conseguido obtener relatos de varios centenares de abducciones.
Este último investigador llegó a estudiar 104 casos, de los cuales el 39 por ciento eran varones y un 16 por ciento se trataba de niños acompañados de adultos.
El 50 por ciento eran parados o trabajadores no especializados, un 10 por ciento oficinistas y alrededor de un 5 por ciento estudiantes universitarios. Según el autor esto «implica un nivel ocupacional o educativo relativamente elevado».
Hay algo que sorprende en un primer momento en estos testimonios: lo parecidas que son estas historias con las que se difunden en la televisión. 
Hasta tal punto es así porque, según dice el estudioso británico John Rimmeren en su obra The evidence for alien abductions (1984), basándose solamente en relatos bien documentados ha podido construir un «modelo» de abducción, según el cual las personas abducidas (pertenecientes a ambos sexos, aunque con preponderancia del masculino) son seres humanos sanos, normales y no interesados particularmente por el problema ovni.
El escritor español Antonio Ribera, en su obra Secuestrado por extraterrestres (1981), escribe:
Los sujetos, por lo general, recuerdan el principio y el final del episodio, pero la parte central del mismo —la más importante— ha sido borrada de su mente consciente. Este borrado ha sido hecho sin duda mediante la hipnosis: se les ha impuesto un bloqueo para que no recuerden unas experiencias, que en ocasiones podrían resultar muy traumáticas.
El problema es que la técnica de regresión hipnótica no es en absoluto fiable.
La hipnosis es un estado en el que el individuo es altamente sugestionable y está demostrado que no es fiable en absoluto a la hora de relatar recuerdos veraces.
Peor todavía, en estado de hipnosis se tiende a inventar recuerdos,con lo que la regresión hipnótica pasa de ser un argumento a favor a un argumento en contra de la tesis ufológica de las abducciones.
Así ocurrió en Estados Unidos, cuando de repente salieron a la luz toda una avalancha de supuestos casos en los que individuos sometidos a terapia hipnótica de repente parecieron recordar como en su infancia habían sido sometidos a todo tipo de vejaciones sexuales e incluso obligados a participar en actos satánicos por sus propios padres, descubriéndose posteriormente (cuando la vida de dichos padres ya había sido arruinada por los medios de comunicación e incluso por sentencias condenatorias) que efectivamente todo era consecuencia de un falso recuerdo introducido mediante la terapia hipnótica.

Posibles Explicaciones
Científicamente la explicación más plausible de las supuestas abducciones sucedidas durante el sueño, es que los relatos surgen como explicación a episodios de parálisis del sueño o en sueños lúcidos no controlados.
En general las alucinaciones que se tienen durante la parálisis del sueño, serían sueños con algunas de las características de los sueños lúcidos, que se perciben reales mientras sucede el fenómeno; pero que sin embargo al despertar las personas que creen haber sido víctimas, recuerdan el hecho como real, llegando incluso a reconocerlo como un acontecimiento vivido realmente durante el resto de sus vidas.
En relación a los casos de quienes relatan haber sido abducidos mientras caminaban, trabajaban, o incluso cuando conducían su automóvil (como es el caso de los célebres Betty y Barney Hill) se explicarían por el papel de las influencias culturales.
Esta explicación se basa en que los relatos de abducciones se han incrementado después de que las historias sobre extraterrestres y las abducciones empezasen a aparecer en el cine y la televisión.
La historia de los Hill fue popularizada por el periodista John G. Fuller, dando comienzo a una era de supuestas abducciones que seguían un patrón similar al descrito por los Hill, hoy en día asumido culturalmente.
Esto dificulta el trabajo de los ufólogos, ya que deben descartar los casos en los que se demuestra que la «víctima» sólo tuvo un episodio paranoico, por lo que resulta más complicado dar con casos en los que aparentemente sí sucedió un rapto real.
En cualquier caso, la posibilidad de «episodio paranoico» es anecdótico: no es necesario en absoluto sufrir algún tipo de inestabilidad mental para sufrir episodios de parálisis de sueño y autoconvencerse de haber sido raptado por algún tipo de entidad.
En realidad, los episodios de parálisis de sueño no dan lugar sólo a interpretaciones del tipo abducción, también son interpretados como visitas de ángeles, posesiones demoníacas...
Igualmente muchos de los individuos que dicen haber sido secuestrados, se les ha hecho recordar el supuesto suceso mediante hipnosis.
Lo cual puede permitir que el individuo sea sugestionado o autosugestionado mediante hipnosis, induciéndole, voluntaria o involuntariamente, falsos recuerdos.
Todas estas posibles explicaciones, según los creyentes, indican que no alcanzarían a ser totales ya que habría casos de personas que dicen haber sido abducidas habiéndoseles detectado pequeñísimos objetos compuestos por metales o cristales (implantes) en diversas zonas del cuerpo, como la nariz, el cráneo, las orejas, los pies y las manos.
Localizados con el escáner y por radiografías, algunos se han extraído para ser examinados. Hasta este momento nunca se trata de un material desconocido o con características que solo se esperaría encontrar en otro planeta, sino siempre materiales comunes.
El 25 de septiembre de 1986, la revista científica estadounidense Nature publicó una carta firmada por siete miembros del Departamento de Genética del hospital Winston Churchill (en Headington, Inglaterra), en la que pedían ayuda para identificar un misterioso objeto que habían detectado en unos rutinarios análisis cromosómicos de un paciente.
Sin embargo, los críticos indican que el valor de una carta no es el mismo que un artículo publicado en una revista científica, además de que la carta no tiene relación con el supuesto fenómeno de la abducción.

Presuntos Casos De Abducción
- Abducciones Ovnis En La Antiguedad
A partir del argumento que desde el pasado más remoto, el ser humano ha tratado de expresar lo que veía de acuerdo con su entendimiento, relacionando las distintas manifestaciones con objetos conocidos, manteniendo de esta manera la semejanza con lo observado; hay creyentes que postulan que si estos vehículos aéreos podrían haber sido tripulados, produciéndose el contacto con los eventuales observadores, y transmitiéndoles enseñanzas diversas.
Así indican que cabe la posibilidad de que se les pudo haber llamado a estas «naves»: bórax resplandeciente, nubes con ángeles (en el Corán islámico). vímanas y carro de flores (en el Ramaiana hinduista), vehículos de los dioses, carros de fuego, discos solares, nubes de fuego, etc. Así, hay creyentes en el fenómeno de la abducción, que igualmente afirman también que varios personajes de la antigüedad, tales como algunos personajes indicados en relatos bíblicos y pre-bíblicos habrían sido abducidos en supuestas «nubes» o carros de fuego a través los cuales «ascendieron a los cielos».
El caso del profeta Ezequiel, o de Elías (ascendiendo al Cielo a través de un carro de fuego que provenía del cielo), o incluso Jesucristo (subiendo al cielo a través de una nube) hace lanzar a algunos ufólogos la idea de que el fenómeno no es solamente actual, sino que existió a través de los años, incluso en la más remota antigüedad.
Frente a estos argumentos, los críticos, la comunidad científica y escépticos indican que la hipótesis de la abducción no deja de ser una explicación ad hoc ya que las nubes y carros de fuego podrían ser metáforas para un relato religioso y no hay ninguna evidencia de que esos relatos deban ser interpretados de otra manera.
Aunque para otros no se trataría de una explicación ad hoc, sino de un argumento desde la ignorancia: no se sabe con un 100% de seguridad a que se refieren esas historias, por lo tanto «tienen que tratarse de extraterrestres».
El argumento desde la ignorancia es aplicable a muchas de las afirmaciones acerca de las visitas de extraterrestres.
- El Caso De Los Hill
Este famoso caso popularizó las historias de abducciones, siendo una abducción que posteriormente se demostró como un producto de la imaginación de la pareja, combinada con falsos recuerdos inducidos bajo hipnosis y que la pareja asumió como auténticos.
El caso comenzó cuando la pareja avistó un objeto que no identificaron cuando volvían de madrugada a casa, el 19 de septiembre de 1961.
Según el relato, Barney Hill habría observado el objeto con prismáticos y le pareció ver formas humanoides a través de las ventanillas, lo que le hizo pensar que se trataba de un avión.
Betty, en cambio, dice que en ese momento estaba convencida de que era un platillo volante, e hizo llamadas durante los días siguientes a la Base de la Fuerza Aérea de Pease para informar de lo que había visto, y se compró y leyó varios libros sobre platillos volantes.
También escribió al autor de uno de ellos (Donald E. Keyhoe) relatándole lo que había vivido. En ninguna de esas cartas ni en las llamadas que hizo habló nunca de ninguna abducción.
Estas salieron a la luz unos tres años después, cuando la pareja se sometió a tratamiento por el psiquiatra Benjamin Simon y narraron la abducción, describiendo al que sería el prototipo de extraterrestre durante las décadas siguientes.
Durante los años setenta la historia de los Hill se popularizó y se filmó una película sobre el tema.
Después de la emisión de la película, los relatos sobre abducciones se multiplicaron: en los treinta años precedentes a 1978 (año de emisión de la película) se habían constatado cincuenta abducciones, todas declaradas después de la de los Hill, y durante los dos años siguientes a la emisión se declararon cien.
Sobre esto, los creyentes afirman que todas las posteriores denuncias de abducción no serían inventadas sólo por el hecho de que la gente podría haber tenido anteriormente la posibilidad de haber visto o escuchado la historia de los Hill y sus repercusiones.
- La Descripción De Betty
La descripción que Betty hizo de los extraterrestres incluía, entre otras cosas, unos ojos «envolventes», algo nada frecuente en la ufología de la época, pero lo significativo de la descripción es que, doce días antes de dar esa descripción (bajo hipnosis), en la serie televisiva de ficción Más allá del límite habían aparecido unos extraterrestres similares a los de la descripción.
Betty también describió que en la nave le habían mostrado un mapa estelar, que consistía en una representación tridimensional que había visto a una distancia de alrededor de un metro.
Tras las sesiones de hipnosis la animaron a dibujarlo: consistía en 26 posiciones correspondientes a estrellas.
El trabajo de interpretarlo se lo tomó Marjorie Fish, una profesora de básica de 34 años (en 1966) aficionada a la astronomía.
Utilizó bolas colgadas del techo de una habitación para representar las estrellas, y suponiendo que las esferas más grandes correspondían a las estrellas Zeta Reticuli 1 y 2, de donde supuestamente procederían los extraterrestres.
Al final encontró una configuración que le pareció adecuada para identificar quince de las estrellas, pero suele obviarse que no fue capaz de encontrar una ubicación para las otras once.
En realidad, para una configuración tridimensional dada de puntos, existen literalmente millones de configuraciones posibles dependiendo del punto de vista sobre el conjunto: pueden hallarse multitud de interpretaciones posibles.
Existe la creencia de que se descubrió que ζ Reticuli era doble después de 1961, cuando supuestamente le fue revelado a Betty por los extraterrestres.
En realidad, basta con echar un vistazo al catálogo SIMBAD, buscar ambas componentes (ζ Reticuli 1 y ζ Reticuli 2) y realizar una búsqueda de referencias en un amplio rango para ver que ambas están referenciadas en la literatura especializada por lo menos desde 1950.
El científico estadounidense Carl Sagan, manifestó que el mapa dibujado por Betty no mostraba muchas semejanzas con el real y que pudiendo elegir un gran número de estrellas viéndolas desde cualquier punto de la Tierra, se puede encontrar parecido, con casi cualquier mapa que se dibuje, más incluso si este incluye líneas entre puntos como el de los Hill.
Por tanto, concluye Sagan, el mapa no es una prueba extraordinaria válida para tal afirmación extraordinaria.
- Otros Casos De Abducción
1957: Abducción De Antonio Villas Boas
1973: Abducción De Pascagoula
1975: Abducción De Travis Walton
1970-1980: Abducciones De Whitley Strieber